Inocencia: ESBOZO DE UN RODAJE(Cortometraje Inocencia)

Desde ayer, aún estoy viajando en una nube sin rumbo que se dirige hacia algún lugar lejano y desconocido. Quizás esté bogando en el mar de los sueños cumplidos, de la autocomplacencia o la satisfacción.

Tengo un cóctel en mi cabeza que me da vueltas, porque se ha formado en ella una especie de remolino, tornado o huracán que ha ido recogiendo distintas emociones, sensaciones y experiencias: alegría, felicidad, cariño, pasión, trabajo, esfuerzo, inocencia, dedicación, simpatía, nerviosismo, compañerismo, solidaridad, estrés, amor, cansancio, amistad, serenidad, aplomo, energía, naturalidad, espontaneidad, desparpajo, tensión, dramatismo, sinceridad, dolor de cabeza, congoja, organización, risas, valentía, llanto, abrazos, sueño, paz en el alma de las nubes, sonidos, ruidos, un humo profundo que sale del alma, paciencia, canciones, humor, improvisación, implicación, arte, interpretación, sangre en las paredes obstruidas de tus venas, huellas de nieve que ríen, que suben, bajan y resbalan; saber a ciencia cierta, que la sangre no se quita, si no le das con amor, cariño y un poco de lejía; quedarse sin ahorros, sin mujer, sin casa, sin trabajo; ganar amigos, despertar conciencias, arrancar compromisos, fundar ilusiones, forjar historias de amor, guerra y paz, resumir, eliminar, alargar, estirar las horas del reloj, redimirse, resucitar un par de veces al día y morir al final; resurgir, recapacitar, actuar; amansar el sentimiento, excitar al pensamiento, un dolor de rodillas que te mata por dentro; creer que el Puerto en Sevilla queda, pensar que te quedas sin suelo, rezar sin ser creyente, expiar tus inseguridades, creer en cuentos chinos que piensan que “la unión hace la fuerza”; reproducirte, duplicarte en partes iguales, pero con memorias distintas, empequeñecer y engrandecer a la vez, creer que un pájaro, un gato y una niña en un mismo plano caben, escuchar consejos de la madre tierra, pintar sueños de algodón en la pared, subir escaleras sin peldaños, creer que el tiempo en un plan de rodajes cabe; renovar ideas, lavar inquietudes, comer viento, escupir sentimientos desnudos, desnudar abrazos, destripar ilusiones, pintar fotos, destrozar las paredes de las sombras sin dueño, comer crema de calabaza por primera vez; destruir las sombras de la verdad, rejuntar fantasías, estornudar fotos, descubrir la pócima de la juventud eterna, llegar a tu destino siguiendo el camino de baldosas amarillas, viajar más que Ulises en su Odisea, conocer el hielo de los sueños por primera vez, alimentar el espíritu, convertir una historia en un mar de dudas, pero también en una canción libre y fugitiva que quiere empezar a volar. Esto es rodar un cortometraje, quien lo probó, lo sabe.

Jesús Graván

(El director)

Ya se rodó nuestro cortometraje. Aquí os dejamos un aperitivo de lo que fue. ¡Gracias a todos los que lo han hecho posible! Iremos informando de todo. Aún nos queda mucho por hacer y tú puedes seguir ayudando.